Y entonces llegó ella
Bai Yulu ha demostrado tener nivel para competir con garantías en el circuito profesional de snooker, con juventud y talento para mejorar aún más en el futuro.
Fourteen.

Tiene sólo 21 años, pero su nombre desprende talento, trabajo, ilusión y un futuro brillante por delante. Es Bai Yulu, campeona del mundo de snooker, una promesa real convertida en una referencia sobre el paño verde. La china apenas ha empezado su camino en la élite, pero ya ha demostrado su potencial en el circuito femenino y varias dosis de su brillantez en el circuito profesional masculino. Lejos aún de la leyenda presente de Reanne Evans y de la regularidad de Mink Nutcharut o Ng On Yee, Yulu ha progresado hasta ser un ejemplo para el resto de jugadoras de snooker. Llama la atención su juego largo, su facilidad para construir breaks y su templanza a pesar de su edad, algo que la ha llevado a copar titulares desde que era una adolescente.
Pero su amistad con el taco comenzó antes, a los diez años, por la influencia de su padre. “Le gustaba jugar y compró una mesa pequeña para ponerla en casa. Jugaba en ella y me dejó jugar también”, explicaba en una entrevista en CGTN Europe. Él la enseñó las reglas básicas del juego, pero en un principio Bai estaba más interesada en jugar y no en trabajar duro, ya que sentía que entrenar era aburrido. El tiempo, ese acompañante inherente, obligó años más tarde a cambiar la perspectiva. Con talento y un notable potencial, empezó a entrenar más y a trabajar con un entrenador en una academia de la ciudad de Dongguan, para después entrenar hasta diez horas al día con un permiso especial de su escuela. Y esta implicación no tardó en dar sus frutos.
Campeona del mundo Sub-21 con sólo 16 años, la verdadera explosión de Bai llegó con 19 años en el Campeonato del Mundo femenino de 2023. En su debut en el torneo, superó el mejor break de la historia en el campeonato (un 125 de Kelly Fisher en 2003), con un brillante 127. Fue la única centena del torneo, una muestra de su potencial. Intratable en la fase de grupos (cuatro victorias en cuatro partidos, entre ellas a Mink Nutcharut), Yulu ganó a Anupama Ramachandran y a Maria Catalano (ambas 4-0) para firmar un bonito duelo ante Reanne Evans en semifinales. El auténtico choque de generaciones. Sin miedo ni presión, remontó ante la mejor jugadora de la historia y accedió a la final, en la que se enfrentó a Baipat Siripaporn. Sin embargo, Bai no pudo reproducir su nivel y perdió un partido largo y apretado (6-3). Ahora tocaba esperar.
Un título inolvidable con sabor a hogar
Después de la derrota Bai viajó a Inglaterra para disputar y triunfar en el Abierto Británico (ganó en la final a Reanne Evans) y participar en la Q School, en la que ganó cuatro partidos, pero no logró el billete al circuito profesional. Buenos pasos en la buena dirección, con varias invitaciones para jugar en torneos del circuito profesional para ganar experiencia, como en el Masters de Shanghái. Su objetivo, de nuevo, era ganar el Campeonato del Mundo. Y lo hizo con honores en la academia de Dongguan, donde entrenaba a diario, con un nivel impecable. Lideró la fase de grupos y llegó a semifinales, donde la esperaba la reedición de las semifinales de la anterior edición: su rival, Reanne Evans. El resultado, el mismo: 5-3, a pesar de empezar 3-0 abajo. Una demostración más del talento, pero también de su capacidad para aguantar la presión.
La final deparó otro enfrentamiento directo ante otra de las mejores jugadoras de la historia del snooker: Mink Nutcharut. La tailandesa, campeona del mundo en 2022, es una jugadora joven (25 años), pero con mucha más experiencia que Yulu en partidos con tanto en juego. Además del título, ambas buscaron una tarjeta para competir en el circuito profesional de snooker. Igualado desde el inicio, con mucho juego táctico, buenos breaks (en especial de la china, con la primera centena (un 122) en una final de la historia) y el drama habitual que desprende el paño verde, con la resolución en la última rosa del decider. Puro drama, puro snooker. Con sólo 20 años y el título ya bajo el brazo, Bai Yulu formaba parte de la historia del snooker en todos los sentidos.
La edición de 2024 fue la primera vez que el Campeonato del Mundo femenino de snooker se disputó en China, caladero infinito de talentos y pieza clave para el deporte por los millones de aficionados enamorados del recorrido de la bola blanca. En sus siete días de duración, más de 175 millones de personas vieron el torneo en China, con seis millones de ellos en la plataforma Douyin. Mientras, sólo en YouTube, la final tuvo más de 200.000 espectadores, números espectaculares que muestran la influencia de Bai por su talento, su facilidad para construir breaks o su juventud. Encantados, como es lógico, la edición de 2025 repetirá en el país asiático a finales de marzo. Yulu tratará de defender el título, pero la expectación por su juego será todavía mayor.

A un paso del Campeonato del Reino Unido
Menos de un mes después de ganar el Campeonato del Mundo femenino, Yulu disputó las clasificatorias para el Campeonato del Mundo. Aún sin experiencia, compitió a buen nivel a pesar de perder con Jenson Kendrick (10-7) en un partido decidido en una reposición de bola negra. Sin embargo, el inicio de la temporada fue más difícil, con ocho derrotas en sus primeros ocho partidos como profesional. No es fácil empezar un viaje en la élite, ya que el nivel del circuito es exigente, los desafíos constantes y con Bai se sumaban además una mudanza y adaptación al Reino Unido, su notable falta de experiencia o el manejo de las expectativas. La china dejó buenas sensaciones en el Champion of Champions, y a pesar de perder con Mark Williams mostró que dispone de la habilidad suficiente para competir contra los mejores.
El punto de inflexión llegó en las clasificatorias para el Campeonato del Reino Unido. Brilló con luz propia, ganó sus primeros tres partidos como profesional y volvió a hacer historia. Al ganar a Farakh Ajaib (6-4) y a Jamie Jones (6-4) Bai se convirtió en la primera mujer que ganaba dos partidos consecutivos como profesional desde 1999. Una proeza más que redondeó en la tercera ronda, con una remontada de matrícula de honor ante Scott Donaldson (6-5, desde el 5-3 abajo). Después reconocía que había aprendido mucho y que manejó bien los nervios. En tres partidos hizó dieciséis breaks por encima de 50. Aunque Jack Lisowski puso fin a su sueño de jugar en York las rondas finales del torneo, la joven cogió impulso y ganó mucha confianza para el resto de la temporada. Más pasos en la buena dirección.
Bai Yulu ha sumado un par de victorias más desde entonces, pero su próxima estación en su camino de aprendizaje en el circuito profesional será en abril, en las previas para el Campeonato del Mundo de snooker. Será otra oportunidad para verla jugar en un ambiente único, con el exquisito cierre de la temporada y numerosas historias, drama y emoción que siempre acompañan a la mejor época de la temporada. Será una etapa más en un viaje que pronto cumplirá un año, pero al que le resto mínimo un segundo y, si mejora su nivel, muchos cursos más. Ella es otra esperanza del snooker y una referente para las niñas que, en un futuro, quieren ser como ella. Con talento, esfuerzo e ilusión ha demostrado que quiere escribir su propia historia con el taco en la mano. Ese que no ha soltado desde que su padre puso una pequeña mesa en casa.
Semana del World Open
La ciudad china de Yushan acoge desde el domingo el World Open, uno de los últimos torneos de la temporada en el calendario del circuito profesional de snooker. Con muchos focos informativos, promete ser un espectáculo de centenas (especial atención a Judd Trump en este apartado) y una antesala perfecta para el World Grand Prix previsto para la próxima semana. Este torneo puede seguirse en directo en Eurosport y en Max. Puedes consultar los horarios aquí y todos los resultados en este enlace.
La final se disputará el sábado 1 de marzo en dos sesiones, a las 7:00 y a las 12:30.
¡Muchas gracias por llegar hasta aquí! Nos leemos el próximo martes. Un abrazo,
Guille Córdoba