La mesa de Zhao Xintong
Zhao Xintong supera con claridad a Mark Williams (18-12) para ganar su primer Campeonato del Mundo de snooker, el primero de un jugador chino.
Twenty-four.
Cuando tenía nueve años, los padres de Zhao Xintong le compraron a su hijo una mesa de snooker. Poco antes de que ese precioso paño verde destacase en su hogar, el joven Xintong vio por televisión como Ding Junhui ganaba, en 2005, el Abierto de China y el Campeonato del Reino Unido. Era el primer jugador chino que lo hacía. Un hecho histórico, que queda ahora lejos en el retrovisor, pero que inspiró a muchos jóvenes chinos a coger un taco y a empezar a conocer mejor una mesa con, sólo quizá, un número excesivo de bolas rojas. Por allí también estaba el joven Zhao, prodigio temprano, adolescente descarado, que impresionó antes de llegar a profesional. Tenía una habilidad singular para meter bolas y dejar en la cuneta a cualquiera. Especial.
Casi dos décadas después, Zhao Xintong ha pasado de jugar en su casa a hacerlo en el Teatro Crucible, el templo del snooker. Allí, bajo la atenta mirada de menos de un millar de personas, pero sintiendo los más de cien millones que vivieron la final desde China, hizo historia veinte años después de que Ding pusiera la primera piedra. El snooker, más global que nunca, entra ahora en un nuevo capítulo de su historia, donde el músculo chino es cada vez más notable. No se entregarán jugadores únicos como Mark Williams, pura clase en la derrota, orgullo galés, leyenda infinita, porque una de las muchas virtudes que tiene este deporte es la diversidad de ganadores. No parece cercano el dominio chino, pero sí queda constancia de su crecimiento en la temporada que acaba de cerrar. Será uno de los temas que nos ocuparán hasta que todo regrese.
A veces no es necesario rebobinar en exceso. Hace un año, Zhao Xintong no disputó el Campeonato del Mundo de snooker. Tampoco lo hizo en 2023. Inmerso en un seria investigación de amaño de partidos, dejó de jugar en enero de 2023. Meses después, el chino fue suspendido hasta el mes de septiembre de 2024. Perdió su condición de profesional y tuvo que volver a las trincheras. Dominó el circuito amateur de snooker, superó las clasificatorias del Campeonato del Reino Unido y dirigió su mirada a un teatro familiar, el Crucible, ubicado en Sheffield. El 7 de abril empezó a superar ronda tras ronda las previas del Campeonato del Mundo. Sólo diez días después, ya en ese teatro tan especial, superó a Jak Jones, Lei Peifan, Chris Wakelin y a su ídolo Ronnie O’Sullivan para convertirse en el segundo jugador chino en jugar la final. Especial.

Un título construido el primer día
Cómodo desde el inicio, Zhao aprovechó los errores de Williams desde el primer frame. El chino hizo pronto su primera centena de la final y robó el tercero en la negra, símbolo de una final que no iba a seguir ningún guion. El galés, incómodo, sufría mucho en ataque, sin poder dominar la blanca. En el sexto frame parecía encontrar por fin la fluidez, pero cometió otro error al cortar en exceso una roja angulada. Zhao, tranquilo, lo ganó en la rosa (6-1) y remató una sesión espectacular (7-1). Las bondades del formato largo creaban expectativas de remontada, cimentadas en la presión del chino, la experiencia de Williams o el apoyo del público. Pero las expectativas sólo son las aliadas desleales de nuestra vida. El chino, pletórico, no iba a caer en la trampa.
La versión mejorada de Williams en el inicio de la segunda sesión se quedó en un espejismo. Varias malas decisiones de Zhao y la mejora en ataque del galés avivaron a un público entregado a la causa (7-3). El cónclave anual del Crucible quería ver más snooker, pero el chino devolvió rápido los golpes (9-3). Aunque el prodigio galés volvió a acercarse (9-5), Xintong recuperó el control en ataque y aprovechó otro regalo del ídolo en el décimosexto frame: a pesar de un buen break de 63 puntos en continúa pelea con la bola azul, Williams falló una roja de media distancia, y Zhao ganó otro frame crucial en la bola negra. Momento crítico. Del 10-6 al 11-5. A pesar de llevarse con una dosis de talento el último frame, el tren del cuarto título parecía escaparse sin freno.
Mark Williams tenía que poner las luces largas para ver a Zhao Xintong. El templo del snooker había visto una versión sobresaliente del chino, un jugador que desprende clase sobre el paño, con una calma que abruma. Contagia tranquilidad, pero vuela con el taco en la mano. Brillante en las bolas largas e implacable en ataque, Zhao había robado como el mejor John Higgins tres frames críticos, en una muestra evidente de la importancia de penalizar los errores. En el snooker, todos los frames no son iguales, pero hay algunos que, por un detalle, castigan a tu rival en la silla, sin que pueda evitar la condena. Lo sufrió el galés en primera persona. En ningún momento había dado muestras de su nivel en rondas anteriores, superado en todas las partes del juego. Pero nada estaba escrito. Quedaba por delante el segundo día de la final. El día decisivo.
La noche de Zhao Xintong
No ocurrió. La fumata galesa no apareció por Sheffield. Xintong demostró desde el amanecer del segundo día que estaba preparado para ser campeón. Ni la presión de un país que adora el snooker ni su falta de experiencia iban a privarle del título. Disipó pronto los tambores de remontada (15-7) y se quedó a un parpadeo de la gloria, ante un triple campeón del mundo apagado en su silla (17-8). Impreciso, sin ritmo ni ningún argumento para agarrarse a la final, Williams ya sabía que su viaje había terminado. El camino, plagado de recuerdos y momentos inolvidables ante Higgins o Judd Trump, tocaba a su fin con una derrota ante un rival imparable. Antes de estrechar la mano, el hijo del minero sacó su habitual orgullo, valentía y calidad. 17-12. Demasiado tarde.
Pero la noche era para Zhao Xintong. Williams dejó su última huella en la mesa al fallar un tiro con el rest y el chino empezó a sumar en busca del número mágico: 18. El snooker silencioso, ese que a veces no se aprecia pero habilita bolas para continuar, abrió su camino hasta la bola de frame. Negra dentro, aplausos del Crucible, título con sabor a historia. Zhao, siempre tímido, se contuvo en la celebración y regaló varias dosis de espectáculo para terminar un camino que comenzó hace casi un mes. Dejó su taco en la mesa como es costumbre, recibió el reconocimiento del galés y enseguida fue abrazado por la bandera china. “No puedo creerlo”, dijo. Posó con una sonrisa con la compañía de Victoria Shi, clave en su éxito, y su novia. Ya es historia del snooker.
Bajo los atentos ojos del Crucible, ha demostrado que lo tiene todo para construir una historia repleta de títulos desde donde puso su primera piedra. En 2021 dominó el Campeonato del Reino Unido y meses después ganó el Masters de Alemania, pero tras el éxito llegaron las sombras y su suspensión por el caso de las apuestas. No amañó ningún partido, pero no avisó a las autoridades. Errores del pasado, manchas que no lo van a abandonar. Título en mano, Zhao entra por todo lo alto en el Top 16, élite del snooker, y podría acceder al selecto club de la Triple Corona si gana el Masters. Jugará en Londres en 2026, pero su edad y su rendimiento transmiten que lo hará durante muchas temporadas más. Lo hará con un juego atractivo, una personalidad tranquila y una bandera china que espera abrazar mientras disfruta de su camino en el snooker.
Zhao ha disfrutado sobre el paño porque en eso consiste la vida. Disfrutar con la lección de vida de Mark Williams. Disfrutar mientras bajaba emocionado las escaleras a ritmo de ‘Delilah’, ese éxito de Tom Jones. Disfrutar con la Clase del 92. Disfrutar con la magia de Judd Trump. Disfrutar con la resiliencia de Mark Selby. Disfrutar con el hambre de títulos de Kyren Wilson. Disfrutar con cualquier momento que ocurra en una preciosa mesa verde. La mesa que los padres de Zhao Xintong pudieron regalar a su hijo cuando tenía nueve años. La mesa en la que un niño comenzó a escribir su historia hasta que, casi dos décadas después, celebró con una sonrisa el momento más importante de su vida. La mesa que nos acompaña siempre que la necesitamos.
Gran articulo y no podía ser más actual.
Genial artículo y muy reciente, has estado tecleando por la noche? Jsjsjss. Muchas gracias!