Una mirada al mundo amateur del snooker
Esta edición del martes 17 de diciembre de 2024 incluye una entrevista a Juan Pedro Durán y a Daan Leyssen, dos jugadores de snooker que residen en España.
Four.

Lei Peifan sonríe con timidez acompañado por el trofeo del Abierto de Escocia. Él, relegado del circuito en dos ocasiones, joven todavía (21 años), ganador inesperado en Edimburgo, recordará el domingo 15 de diciembre como un día especial, uno de los mejores días de su vida. Triunfa con personalidad ante Wu Yize, un fiel compañero de generación con más desparpajo, en una semana en la que se ha superado día a día. Con 100.000 libras en el bolsillo la vida se ve un poco distinta. No sólo es el dinero, es a la vez la garantía de estabilidad. Esa palabra, tan frágil, lo es todo en el snooker.
Mientras, a más de 1.500 kilómetros de allí, en la fría Viena (Austria) otro torneo de snooker llegaba a su fin. Lejos de los focos y con escasos premios, el quinto evento del Q Tour Europe, el circuito amateur de snooker, ponía el broche a tres días de acción con la victoria de Zhao Xintong, que rinde a un magnífico nivel desde que regresara al tapete de entre las sombras. El chino tuvo que ganar siete partidos para posar con el trofeo, pero no es el único que guarda en casa: cuatro torneos disputados y tres títulos. Son números que asustan y que rompen la igualdad en un entorno habituado a ella.
Pero no olvidemos un detalle: hoy, Zhao Xintong, no es un jugador profesional de snooker. No puede disponer de las 20.000 libras garantizadas sólo por ser profesional. No puede disputar torneos muy bien dotados económicamente como los torneos chinos o invitacionales como el Masters. Él, aunque sea un caso especial, no tiene las mismas posibilidades que un profesional para acceder a patrocinadores. Ahí, en el ámbito amateur, es habitual que haya jugadores que vivan con dos trabajos: uno sobre lo verde, entre la ambición y la ilusión, y otro lejos de él, para poder vivir y seguir.
La economía añade una enorme dificultad: en el circuito amateur no hay premios fastuosos y la vida, sobre el paño y lejos de él, está muy cara. Compaginar todo resulta complicado. Y eso tiene mucho mérito. Mientras son muchos los que sueñan con dejar atrás una vida y empezar otra, las dificultades aumentan. No hay partido fácil en el snooker amateur porque el nivel es altísimo. Todos se conocen y hay jugadores de todo tipo. En la diversidad está la virtud. A la mesa se presentan numerosos reputados exprofesionales como Liam Highfield, Dylan Emery o Iulian Boiko.
Hay otros como Peter Lines, Craig Steadman o Barry Pinches que buscan que su experiencia o su trayectoria les ayude en el camino mientras apuran sus últimos años sobre el paño. No olvidemos tampoco a James Cahill, Steven Hallworth, Andres Petrov o Mark Joyce, jugadores con un prestigio conocido. También asoman la cabeza jóvenes como Vladislav Gradinari (16), Riley Powell (16), Oliver Sykes (19) o Paul Deaville (20), que conocen bien las raíces del circuito amateur y pelean por el sueño de todos: ser profesional. El objetivo está claro, pero conseguirlo ya es otra historia.
Las rutas hacía la profesionalidad
Hay varios caminos para convertirse en jugador profesional de snooker. Uno de ellos es el Q Tour Europe, en el que más de cien jugadores pelean por ser profesionales. El formato es sencillo: el jugador que más puntos consiga en los siete torneos de los que consta el campeonato ganará una tarjeta para ser jugador profesional en la temporada 2025/2026 y 2026/2027. Xintong, con 9.000 puntos y casi 5.000 de ventaja sobre el rival más próximo, parece cerca de estampar su firma y volver por la puerta grande al lugar del que nunca debió marcharse. El asunto de las apuestas siempre le va a acompañar.
En el caso de que no consiga clasificarse por esta vía, Zhao tendrá otra oportunidad en el playoff global del Q Tour, que se disputará en Antalya (Turquía) entre el 11 y el 13 de marzo. Los tres ganadores de los cinco torneos del Q Tour Europe ya jugados (Petrov, Emery y el propio Zhao) tienen su billete asegurado para el playoff, pero podrían viajar escoltados por los ganadores de los dos torneos restantes: en enero en Mons (Bélgica) y en febrero en Walsall (Inglaterra). Además, al menos los dieciséis mejores jugadores del campeonato europeo del Q Tour disputarán este playoff en la costa mediterránea.
A esta nómina de candidatos se sumarán jugadores llegados de todo el mundo: los dos mejores jugador del Q Tour celebrado en Oriente Medio; el mejor jugador del Q Tour de Asia-Pacífico; los dos mejores jugadores del Q Tour de América; y el mejor jugador del circuito chino de snooker (CBSA Tour). En total, 24 candidatos para pelear por tres tarjetas profesionales con un formato apropiado en el que las finales se disputarán al mejor de 19 frames (hay que ganar diez). Todo con la receta habitual del snooker: nunca faltan la presión, el drama, la ilusión y las preciosas historias que nos cuenta la mesa.
La World Professional Billiards and Snooker Association (WPBSA) es la entidad clave en la organización, configuración, regulación o difusión del snooker amateur a nivel mundial.
Estos ingredientes imprescindibles también están presentes en otros caminos para acceder al circuito profesional. Como ejemplo, el Campeonato Junior y Absoluto de la Federación Mundial de Snooker; el Campeonato Europeo, que también se jugará en Turquía; el circuito femenino; o, por supuesto, la Q School, un evento único dirigido a los jugadores amateur que ofrece varias tarjetas profesionales cada temporada. Allí, entre tantas historias y anécdotas, han participado en varias ocasiones el español Juan Pedro Durán (48 años) y el belga Daan Leyssen (37 años) que reside en Barcelona.
Durán y Leyssen son dos jugadores amateur de snooker que han competido en los cinco eventos del Q Tour Europe disputados hasta ahora. De hecho, son los dos únicos jugadores que residen en España habituales en este campeonato, aunque otros tres españoles (Francisco Gómez, Gabriel Argos y Chema Cortés) también se han inscrito en alguno de los torneos del Q Tour. Son el fiel reflejo de que en España se juega al snooker, aunque su visibilidad sea reducida y quede marginada por otros deportes. Por eso es el momento perfecto para conocer sus historias y sus lazos con el snooker.

Una aventura repleta de aprendizajes
Juan Pedro Durán descubrió el snooker por casualidad. “Me enganché de rebote”, cuenta. Aficionado al pool americano, empezó a jugar y a ganar al Chinese 8-Ball, otra modalidad de billar en la que representó a España en el Mundial de 2019 en China. Durán, más conocido como Gussy, se topó con otra dificultad: no encontraba una mesa para practicar. Ahí compró una mesa de snooker de segunda mano y comenzó una historia repleta de lecciones. Poco después, en marzo de 2020, compitió en el Abierto de Gibraltar para jugar contra Rory McLeod, un jugador exprofesional jamaicano.
Empezó a entrenar “muy fuerte”, cinco o seis horas al día, hizo cambios en su técnica, recibió apoyo económico o viajó a Sheffield (Inglaterra) para aprender en las dos mejores academias de snooker del mundo. Allí, en Sheffield, constató la dedicación de profesionales chinos como Zhou Yuelong, que entrenaban (y entrenan) de lunes a domingo, de sol a sol. Esto va de constancia. Durán, un lustro después de engancharse a esto por casualidad, nota los avances, aunque reconoce que “los progresos en el snooker son lentos”. “Mientras vea que sigo mejorando, seguiré”, explica por teléfono.
Su acento gallego te atrapa desde la primera frase. Un acento que, sólo este año, ha viajado a Albania, Suecia o, la semana pasada, Viena. Ahora entrena un par de horas al día y disfruta con cada viaje a los torneos del Q Tour. En este periplo, años después del descubrimiento, sigue alucinado por el tamaño de las troneras y por el de las bolas, muy pequeñas. “No puedes fallar. Necesitas precisión y consistencia”, subraya. Hay otro detalle que fascina a Durán: la búsqueda de la mejora continúa de jugadores de la Clase del 92, como Ronnie O’Sullivan o John Higgins. Son una inspiración para él.
Gussy cambiará su rutina cuando 2025 sustituya a 2024 con la vista en la Q School, donde quiere “dar lo que mejor que tiene”. Ha mejorado en la parte técnica, pero alude a dos factores clave para convertirse en jugador profesional de snooker. El primero, llegar al nivel. “No lo tengo”, reconoce a continuación. Y el segundo, “que ruede, tener oportunidades”. Insiste en que, a pesar de todo, él tiene los pies en la tierra. “¿Sabes cuántas posibilidades tengo de ser profesional?”, pregunta. “Cero”, responde Gussy. No hay problema. Importa aprender, disfrutar y pasarlo bien. Y Gussy lo hace cada día.
De Bélgica a Barcelona con el taco en la mano
Daan Leyssen empezó a jugar al snooker cuando tenía seis años. Fue por tradición familiar. “Mi padre y mi hermano también jugaban”, cuenta por teléfono. No tuvo a un entrenador, por lo que tuvo que aprenderlo todo solo. En esa época vivía en Bélgica, país con más tradición que España y con Luca Brecel, campeón del mundo de snooker en 2023. Es, hasta ahora, el único campeón de la Europa continental. Daan cambió Bélgica por Barcelona hace más de una década, pero ha mantenido la llama del paño y es el propietario del club ‘La Centena’, que tiene habilitadas tres mesas de snooker.
Pero su ubicación en el mapa no es lo único que ha cambiado desde que cuando era un chiquillo cogió por primera un taco. También lo ha hecho su técnica, más depurada, alejada de un pasado en el que levantaba mucho la cabeza en sus tiros. Detalles. Siente que su capacidad de anotación también ha mejorado, aunque su tiempo actual para entrenar es limitado. Con un bebé de año y medio, una mudanza y su trabajo diario en La Centena no practica “casi nada”. Disfruta y mucho de los viajes, y siente que este periplo por el Q Tour le ha aportado experiencia. Todo ayuda. Y el pensadero también.
En 2021 y 2022 Daan obtuvo varios resultados destacados en la Q School. “Entrenaba con Julien Leclercq y con Ben Mertens en la academia de Ding Junhui. Noté una gran mejora”, subraya. Los dos, belgas, son ahora profesionales. Pero en España no existen las condiciones adecuadas para entrenar y pelear por la profesionalidad, sin olvidar las responsabilidades que limitan su tiempo. Otros jugadores amateur, como el austriaco Florian Nuessle o el ucraniano Iulian Boiko se dedican 100 % a esto. Pero eso Daan no se lo puede permitir. El nivel amateur es altísimo y las opciones son muy limitadas.
“Creo mucho en mi talento, pero jugar contra los máquinas es un choque de realidad”, reflexiona. La precisión, la concentración, el talento o la presión que acompañan al snooker hacen la tarea más difícil. Y las reglas, claro. “Si fallas, te jodes y te esperas a que falle el otro”, apunta. También recuerda con emoción el otro extremo: un break máximo (147 puntos) que hizo en 2020. “Era mi sueño desde que era un niño. Nunca lo voy a olvidar”, rememora. Ahora, cerca de obtener la nacionalidad española, busca cumplir otros en los próximos años mientras no pierde su ambición: ser profesional.

Más snooker antes de las Navidades
Mientras se acerca una de las épocas más bonitas, recordadas (y frioleras) del año, el mundo del snooker pone el foco de atención sobre tres torneos:
El lunes 16 de diciembre arrancaron los partidos de clasificación para disputar la fase final del Masters de Alemania, que se jugará en el Tempodrom de Berlín a finales de enero. Todos los partidos pueden seguirse en directo a través de Max.
Del miércoles 18 al viernes 20 de diciembre se disputará en Arabia Saudí el Riyadh Season Snooker Championship, más conocido como el lucrativo torneo de la bolita dorada. Ronnie O’Sullivan, Judd Trump, Kyren Wilson, Mark Selby, Ding Junhui o Mark Williams buscarán ganar la segunda edición de este torneo y hacer el break con trampa más alto de la historia del snooker: un 167. En este momento no está confirmado qué cadena va a retransmitir este torneo en España.
El viernes 20 de diciembre arrancarán los partidos de clasificación para jugar la fase final del World Open, penúltimo torneo de la temporada en Asia, y que se va a disputar en China a finales de febrero. Todos los partidos pueden seguirse en directo a través de Max.
Torneo solidario de snooker en Mula (Murcia)
En las últimas semnas los clubes de billar ubicados en Zaragoza, Barcelona o Madrid han organizado varios torneos solidarios para recaudar fondos en beneficio del Club de Billar Snooker Valencia. Situado en Paiporta (València), el club se vio muy afectado por la DANA y afronta ahora una tarea de reconstrucción. El sábado 21 de diciembre le llegará el turno al Mula Senators Snooker & Pool Club, que destinará lo recaudado a ayudar al club valenciano. También se puede donar a través de este enlace.
¡Y esto es todo por hoy! Espero que te haya gustado la cuarta edición de la newsletter. Recuerda que podrás leerla cada martes y que estaré encantado de que me cuentes por qué te gusta el snooker, cuál es tu torneo favorito o cómo disfrutas de los partidos. Puedes hacerlo respondiendo a este correo o enviando uno explicando tu historia aquí: blueballsnookernewsletter@gmail.com.