La maldición del Crucible
Kyren Wilson ha sido el último campeón del mundo de snooker que no ha podido reeditar su corona un año después de ganar por primera vez el título.
Twenty-two.

El Teatro Crucible es el hogar del Campeonato del Mundo de snooker desde 1977. Ubicado en Sheffield (Inglaterra), guarda en su interior infinitos recuerdos con aroma a una enorme mesa verde con un número excesivo de bolas rojas. John Spencer fue quien estrenó el palmarés de este icónico teatro, que en la década de los ochenta vio el dominio de Steve Davis y en la de los noventa contempló el de Stephen Hendry. En aquellos años, tan lejanos en tiempo y forma, Alex Higgins lloró con su hija en brazos en 1982, Dennis Taylor ganó en la última bola negra del decider en 1985 o el querido Jimmy White sufrió con seis finales perdidas. Sólo un jugador se marcha con el título, y Ronnie O’Sullivan lidera el inventario con Hendry, con siete fotos junto al trofeo.
En este siglo, otras leyendas como Mark Williams o Mark Selby han posado varias veces en plenitud junto a su familia, cumpliendo el sueño de su niñez: imponerse en el Crucible. Y es que muchas veces no se habla del Campeonato del Mundo, sino de lo que significa pisar por primera vez este teatro, o de regresar a él después de años lejos de sus muros. Terminar allí la temporada significa ser un auténtico privilegiado, ya que sólo 32 jugadores pueden hacerlo cada año. El resto lo verá, si quiere, desde casa o en su interior, como un espectador más. El Crucible es un teatro íntimo y coqueto, único en este deporte, donde menos de 1.000 espectadores ven y disfrutan del snooker en directo. Hay espacio para la historia, el drama, la emoción o la incertidumbre.
Otro detalle que destaca en el Campeonato del Mundo es el formato largo. La primera ronda, al mejor de 19 frames, nos recuerda a cualquier final a dos sesiones, pero es a partir de la segunda cuando todo cambia y entramos en un escenario único: 25 frames y tres sesiones, algo único en toda la temporada. Los cuartos de final, que se disputan en sólo dos días, mantienen este formato, mientras que las semifinales son al mejor de 33 frames y la final al mejor de 35 frames, con cuatro sesiones para cada una. 18 es el número mágico para levantar el título. En tiempos de cultura snack en las que prima la velocidad, el snooker nos recuerda que la paciencia es una virtud y que en el formato largo hay espacio para las remontadas épicas. Que se lo cuenten a Luca Brecel en 2023.
Sheffield soplará cincuenta velas en 2027 como sede del Campeonato del Mundo, pero existen numerosas dudas sobre si ese contrato será prolongado en el tiempo. En la última década ha aumentado de forma notable el interés por el snooker, como revelan la mejora en las cifras de audiencia, la mayor venta de entradas o el aumento de los premios económicos. El deporte goza de buena salud, pero algunas voces creen que el Crucible, a pesar de su biografía, se queda pequeño para acoger el Campeonato del Mundo. 980 butacas parecen pocas cuando se pueden llenar más maletines. A sólo dos años vista, no existe confirmación oficial de qué pasará después de 2027, pero varias fuentes autorizadas como el periodista David Hendon apuntan a que el torneo, a pesar de todo, no cambiará de país. No tardaremos en saber el desenlace de esta película.
Las crónicas del Crucible han escrito numerosas páginas, pero hay una leyenda que vuelve a las portadas cada mes de abril: ningún jugador que ha ganado el Campeonato del Mundo por primera vez ha defendido su título la temporada siguiente. Y es que nadie ha logrado reeditar su foto con el título un año después de posar con el trofeo la primera vez. Da igual cómo te llames, quién seas o cuál sea tu historia sobre el paño. Nadie lo ha hecho. Sólo Joe Johnson y Ken Doherty repitieron final un año después de su estreno, pero les tocó aplaudir a su rival desde la silla sin poder tocar el título. La leyenda, convertida en maldición, ha provocado que hasta ocho campeones primerizos perdieran en la primera ronda del torneo. Y así lleva ocurriendo casi cinco décadas:
1980:
Terry Griffiths, que perdió con Steve Davis (13-10).1982:
Steve Davis, que perdió con Tony Knowles (10-1).1986:
Dennis Taylor, que perdió con Mike Hallett (10-6).2007:
Graeme Dott, que perdió con Ian McCulloch (10-7).2011:
Neil Robertson, que perdió con Judd Trump (10-8).2016:
Stuart Bingham, que perdió con Ali Carter (10-9).2024:
Luca Brecel, que perdió con David Gilbert (10-9).2025:
Kyren Wilson, que perdió con Lei Peifan (10-9).

El caso de Kyren Wilson
Campeón del Mundo de snooker en 2024, Kyren Wilson llegaba al Crucible después de una temporada sobresaliente. Ganador de cuatro torneos de ranking, había brillado también en el Campeonato del Reino Unido, donde cayó en semifinales contra Judd Trump, y en el Masters, donde perdió la final con Shaun Murphy. Un curso opuesto al anterior, irregular y sin títulos hasta pisar el Crucible. Son las cosas del snooker. En una temporada espectacular, Kyren perdió de manera sorprendente con Lei Peifan, un debutante en el Campeonato del Mundo. Pocos, por no decir nadie, lo esperaban. Él, hasta la segunda sesión, quizá tampoco. Fue un partido extraño, con dosis infinitas de emoción y de drama, muestra de otra noche épica en el Crucible. No será la última.
El inglés, que suma ya diez títulos en su palmarés, se levantará porque tiene calidad de sobra para hacerlo, y esta temporada ha demostrado su madera de campeón. El reto futuro de Wilson será ganar otra vez el título más importante de este deporte, algo que comparte con otros nombres de altura como Neil Robertson o Judd Trump. Ambos cuentan con la Triple Corona en su chaleco, algo que Wilson también buscará con ese hambre permanente de aumentar su leyenda sobre el paño verde. Lo que no sabe es dónde lo hará, ya que el escenario podría cambiar y el Crucible podría dejar de hablar en presente para hablar sólo en pasado. La mesa es la misma, pero importa el lugar.
Apuntes del Campeonato del Mundo
Tres días, toneladas de emoción y muchas historias en esta edición del Campeonato del Mundo de snooker. Aún quedan catorce días de buen juego, pero el retrovisor nos enseña numerosos momentos que ya han marcado esta edición. Ocho jugadores (Lei Peifan, Xiao Guodong, Mark Williams, Hossein Vafaei, Chris Wakelin, el amateur (o así hay que definirlo) Zhao Xintong, Mark Allen y John Higgins ya están en segunda ronda, mientras que otros ocho jugadores buscarán su sitio hasta el jueves 24 de abril. Ese mismo día arrancará la segunda ronda, al mejor de 25 frames (hay que ganar 13). El calendario de partidos puede consultarse en la web de World Snooker Tour y también en snooker.org. Todos los partidos pueden seguirse en directo en Eurosport y en Max.
El próximo martes 29 de abril arrancarán los cuartos de final, con sólo ocho pasajeros y un mismo destino: el título. Esta newsletter semanal regresará ese día para ofrecer una pequeña previa sobre el epílogo del Campeonato del Mundo de snooker. Hasta ese momento, seguiremos pegados desde la distancia a las mesas del Teatro Crucible.